Es muy común que cuando grabas tu voz para enviar un mensaje de audio por whatsapp o cuando tienes que hablar por micrófono en una actividad del colegio, el sonido que se transmite a través del parlante te puede resultar diferente, e incluso no puedes creer que tu voz suene de esa manera. A la mayoría de las personas les pasa esto, debido a la forma en la que escuchamos habitualmente nuestra voz. Cuando hablas, te estás escuchando al mismo tiempo. Las vibraciones del aire que produce tu voz llegan a tu tímpano al igual que los otros sonidos que percibes del exterior, pero adicionalmente al hablar, los sonidos que producen tus cuerdas vocales se transmiten por los huesos de tu cráneo hasta el oído medio y provocan la estimulación de tu sistema auditivo. Los materiales sólidos como los huesos de tu cráneo, cambian las propiedades del sonido, provocando que se perciba con tonos más bajos (como cuando escuchas detrás de una puerta). Tu cerebro mezcla los dos sonidos de tu voz, percibiéndola más ronca de lo que realmente es. Por esto, cuando tu voz es emitida a través de un parlante, puedes sentir que se escucha más aguda de lo que pensabas que era, ya que no está presente el sonido de tono más bajo que estás acostumbrado a percibir cuando hablas, lo que habitualmente provoca una sensación de sorpresa.
